Y aquí sigo apurando y con otros de los objetivos veraniegos de pintura. Hoy toca una miniatura que asocio a mi infancia y me encanta, Goku de niño de Dragon Ball. La figura no es que sea la más proporcionada del mundo y tiene un rabo que ya quisiera el negro del WhatsApp, pero mola mucho y punto.
Pintándola he disfrutado mucho la verdad. Es una pena que en las fotos se haya quedado un pelillo del césped electroestático en el pelo de la mini.
Más vistas de la miniatura: